Las cicatrices causadas por el acné son una de las secuelas más preocupantes de haber padecido acné severo. La pérdida de elastina, ácido hialurónico y colágeno genera pérdida de volumen y las antiestéticas cicatrices atróficas.
Mejorar el aspecto de la piel dejándola más lisa y uniforme es posible gracias a un peeling químico.
¿Qué es un peeling?
El peeling es un tratamiento dermoestético que consiste en la aplicación en la piel de sustancias bioestimuladoras y revitalizantes para conseguir una exfoliación y regeneración de la piel, contribuyendo a la mejora de la piel apagada y disminuyendo las marcas de acné, poros abiertos, cicatrices, manchas e imperfecciones, arrugas, etc.
No todos los peelings son adecuados para todos los tipos de piel, por lo que es fundamental realizar un análisis en consulta.
Tratamiento del acné gracias al peeling
Un peeling es un tratamiento ideal tanto para personas que están sufriendo acné como para personas que lo padecieron en el pasado y ahora presentan marcas y cicatrices.
En el primer caso, podemos aplicar peelings superficiales, como el de ácido salicílico, que son muy bien tolerados en los pacientes con acné y tienen efectos duraderos. Son beneficiosos por su acción sobre los comedones y además pueden usarse de forma complementaria con otros tratamientos.
En el caso de las marcas y cicatrices podemos aplicar peelings medios y profundos como el ácido tricloroacético que camuflan los bordes de las cicatrices y estimulan la síntesis de nuevo colágeno. Está especialmente indicado en el tratamiento de cicatrices puntiformes.
Un peeling para cada persona
Del mismo modo que hay diferentes tipos de acné, para cada tipo de ellos hay un peeling más adecuado, que hará el tratamiento varíe según qué queramos eliminar.
Por eso es imprescindible consultar con un profesional que nos asesore.
No esperes más y reserva tu cita con nosotros para un tratamiento personalizado y adaptado a ti.
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